martes, 17 de febrero de 2009

insight

Y pensamos en que tenemos un sentimiento específico, cuando las emociones también ciclan al ritmo de las hojas que se dejan estremecer al paso del viento. Miramos la vida de la forma en que nos plazca y aun así tenemos dificultades de sincerarnos con nosotros mismos y lograr el insight. Al contrario pareciera que en cierta forma llegamos al punto de sentir satisfacción de la obra maestra, la sólida estructura, la fortaleza impenetrable que creamos para así no exponer la esencia de nuestro ser, haciendo de lo que llamamos momentos de vida solo tiempo que se escapa como arena de nuestras manos. Hasta donde podemos llegar a engañarnos sin que las cosas o las actitudes que se asume para darle vida a un simple cuento de niños en el cual la única forma en que tenga un final feliz es que mientras se va desarrollando la trama de tu propio guión despectivamente tu subconsciente tenga el rol protagónico y aproveche la ocasión de programar una escena en la que caes de ese mundo donde levitabas porque las ideas que circulaban en tu mente carecían de valor y de peso.
Y nos afianzamos en la idea de que del cielo caen fragmentos de nuestro destino o creemos que todo esta escrito para poder darle una lógica errante que arrastramos sin importar que tanto nos debilite. Nos llenamos de orgullo y seguridad de estar caminando en círculo dentro del gran castillo, protector de lo que creemos la causa de nuestro fracaso, siendo lo que esta afuera, eso de lo que tememos, eso que no conocemos y nos da miedo intentar ya que es mas simple seguir contemplando lo que quizás alguna vez tuvimos e ignorar todo lo que aun nos puede brindar cada destello de luz, cada titilar de una estrella o caricia del viento, por vivir de restos que dejo el paso de tu existencia.

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