miércoles, 4 de febrero de 2009
de la nada
Y cada vez que muestro distintas emociones respondes con intensa amargura, etiqueta expresamente dirigida. Vuelas alrededor de incertidumbre y melancolía, netamente manejada por un sentimiento indescriptible e irreconocible lo cual por ser ojos que mueren llorando, alma marchita en espera de algo tuyo y en la espera muere. Quiero poder subir sin compañía allá donde reposan y juegan las nubes al carnaval de la vida en un concurso de mejor disfraz y sentirme rodeado de lo infinito que es lo único parecido a sentir intensa felicidad. Todo lo que se escribe, mil ideas, simples frases, entendiendo que los caminos se han separado y aun así quiero soñar con un momento, un instante, aunque sea un suspiro, ver tus ojos expresar elixir de vida, algo que mi cuerpo y mi alma todavía ansia, todavía ama. Prefiero ser quien recibe el primer golpe, escuchar que nuevas lunas, nuevas tierras, nuevos mares sienten tu cuerpo, antes que yo pueda dar o ver nuevos horizontes porque aun sigo soñando que nuestras almas yacen en un mismo lugar. Tengo miedo a enfrentarte pues solo propongo amor para darte, mi corazón no resiste más indiferencias pero mi alma ruega por unas palabras que resuelvan esta intriga. Seguiré amando aunque no se si debería esperar algo. Inevitablemente estaré toda la vida en guardia, viendo la lluvia caer, escuchando el viento jugar, saludando al sol que me muestra el jardín de una vida y que crea la sombra de lo que pisa esta tierra, siempre anhelando un suspiro o darme de regalo ver algún día como cierras los ojos por mi.
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