jueves, 26 de julio de 2007
entre una camilla y un escritorio
Con esto empiezo a drenar mi tormento cognitivo, aunque cuando trazo una línea intentando proyectar con oraciones todo este mar de ideas, a veces tristes, a veces llenas de ira, con momentos de ingenuidad y de lucidez, con ideas y proyectos, con auto superación; ahogado siempre en la melancolía de saber que soy una persona que idealiza los momentos que vienen y se van; En este momento en que todo pasa tan rápido, en el que mi mano no llega a engranar y seguir este ritmo que genera sensaciones indescriptibles, es cuando logro al menos documentar las intenciones y los deseos de cómo llevar y forjar un futuro que solo dependa de cómo tome las experiencias que vivo y de cómo interprete señales ambiguas que siempre flotan entorno a todo lo que conforma mi forma de ser. Somos libres de pensamiento y las ideas no tienen limite, podemos ver mas allá de lo que nuestros ojos nos permite; solo hay que entender que a veces lo mas simple tiene la respuesta a la incógnita que tanto nos perturba.
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